jueves, 19 de enero de 2012

Gracias a él.

Llegas a casa cansada de un duro día, largo, muy largo con pero con ganas de volver a verle. A pesar de estar agotada, recoges todo, te aseguras de que aun quedan cinco horas hasta las diez en punto que has quedado en la parada del metro de siempre, en la que todo comenzó. Te duchas, te lavas el pelo a pesar de que te lo has lavado por la mañana, te hechas crema te pones totalmente guapa para el, ya solo quedan dos horas y todavía no te has vestido. Vas al armario, y te llevas al baño la ropa que te has comprado especialmente para él. Te la pruebas y no te gusta nada, a pesar de que en la tienda te quedaba genial, al menos eso te dijeron las tus mejores amigas, te desesperas ya no sabes que ponerte,  parece que todo se ha estropeado, y entonces, te acuerdas de ese vestido azul que tienes el armario, el que obligaste a tu  madre a que te lo comprara porque lo necesitas a muerte y que todavía no te has puesto. Te lo pruebas,y si, te queda mejor que lo otro. Te pones esos tacones negros que aunque sabes que te darán la noche, te quedan genial y te realzan las piernas. Te maquillas y una hora antes de la cita sales de casa no sin antes haberte mirado otras tres veces en el espejo de la entrada antes de salir.
Llegas a tu destino, estas super nerviosa porque te dijo que te iba a llevar a un lugar muy especial para él.
Le ves llegar, te emocionas pero no te hace ninguna gracia cuando va acompañado de todos sus amigos. Aun asi les recibes con una sonrisa a todos.
Os ponéis en marcha aunque ni siquiera sabes a donde vas, hasta que llegas a tu destino que es un parque.
Te enfadas, después de todo lo que te has tirado arreglándote para que el te halla llevado al botellón al que todos los días el va.
Y después de un rato sigues ahí, en el parque con todos los amigos de el haciendo el tonto y el pasando de ti. 
Con todo te das cuenta de que esa `cita´que pensaste que te había dicho no era mas que una farsa para chulear de chica.
Ya te vas a ir, ya no tienes ganas de estar ahí, encima tienes un frío y un mal cuerpo que no lo aguantas mas y entonces alguien te hecha una chaqueta por los hombros y se sienta a tu lado, le miras y te das cuenta de que el el mejor amigo de el, el que sabe que lo estas pasando mal y que no puede aguantar verte así por el gilipollas que te ha invitado, aunque sea su mejor amigo.
Te ofrece una copa, y ahí estáis los dos, tu y el chico del que nunca pensarías que te habrías fijado pero que te esta demostrando ser mejor que todos los que te habían prometido el universo.
Ahora sabes que esa noche ha merecido la pena cuando os alejáis del parque a dar una vuelta sabiendo que el otro se os ha quedado mirando y que seguro que luego te montara un pollo por nada. Pero a ti eso te da igual porque sabes que ya el no importa nada, porque te has dado cuenta de que si no hubieras ido esa noche, sino lo hubieras pasado mal, quizá el no se hubiera lanzado cuando por fin te coge de las manos, te mira a los ojos y lentamente te da un beso, un beso que hizo que tu corazón dejara de latir por un segundo 


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